lunes, 5 de mayo de 2008

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sábado, 3 de mayo de 2008

RUBEN DARIO(principal representante del modernismo)

El gran poeta Nicaraguense Ruben Dario, nacio en el año 1867
en Metapa, Nicaragua. Sus padres fueron Manuel Garcia y Rosa Sarmiento
Aleman. En Febrero 6 de 1916 murió despues de haber sido intervenido
quirurgicamente dejando en su testamento a su hijo Ruben Dario Sanchez
como su unico heredero.

En esos 49 años de su vida Ruben Dario se transformó en el
centro de gravitacion del modernismo hispanoamericano. En 1879 a los doce
años de edad escribió su primer poema, el soneto "La Fe".Y en 1880
aparecen sus primeros versos en el dia
rio "El termometro".
Escribio: Naturaleza, Al Mar, A Victor Hugo, Clases, Una Lagrima,
Desengaño, A..., El Poeta y A Ti, firmando con los anagramas de Bruno
Erdia y Bernardo I.U.

En 1881 escribe articulos para el periodico politico "La Verdad".
En 1882 leyó el poema "El Libro" en el Palacio del Ejecutive, y el gobierno
nicaraguense le ofrecio pagar los gastos de sus estudios en el Colegio
de Granada pero no aceptó. En 1882 se fue para el Salvador donde dictó
clases de gramatica y regresó a Nicaragua en 1883. En ese mismo año
escribió Alegorias.

Entre 1884 a 1888 Ruben Dario trabajo en la secre
taria privada de la
presidencia; en la Biblioteca Nacional. Colaboró en el Diario de
Nicaragua, El Ferrocarril y en El Porvenir de Nicaragua. Escribio poemas
y cuentos varios. Junto con Pedro Ortiz y Eugenio Lopez dirigió la
nueva publicacion de Managua: El Imparcial, viajo a Chile. Publico en el
Mercurio La erupcion de Momotombo. Escribio con Eduardo Poirier la novela
Emelina y trabajo en la redaccion de la Epoca.

En 1888 publico Azul en Valparaiso, Chile convirtiendose en el mas
conocido, imitado, amado y criticado de los escritores de habla castellana
de fines del siglo XIX y comienzos del presente. Sus viajes a Chile, a
España, a la Argentina, a Cuba le dieron un sabor cosmopo
litano y un brioso
individualismo, incorporando en sus poemas dioses y diosas del mundo greco-
Romano, imagenes orientales, tonos de la Italia medieval, de la Francia y
de la America indigena. Su estilo era a la vez rico y sobrio, adornado y
sencillo reflegando las epocas de su agitada vida literaria.


Señora, amor es violento


Señora, Amor es violento,

y cuando nos transfigura

nos enciende el pensamiento

la locura.

No pidas paz a mis brazos

que a los tuyos tienen presos:

son de guerra mis abrazos

y son de incendio mis besos;

y sería vano intento

el tornar mi mente obscura

si me enciende el pensamiento

la locura.

Clara está la mente mía

de llamas de amor, señora,

como la tienda del día

o el palacio de la aurora.

Y el perfume de tu ungüento

te persigue mi ventura,

y me enciende el pensamiento

la locura.

Mi gozo tu paladar

rico panal conceptúa,

como en el santo Cantar:

Mel et lac sub lingua tua.

La delicia de tu aliento

en tan fino vaso apura,

y me enciende el pensamiento

la locura




El Modernismo en España.

El Modernismo en España.

-En España existía un ambiente premodernista similar al hispanoamericano, que resultó muy influido por la irrupción de Rubén Darío (al igual también que en H.A.). El Modernismo en España vino a romper con el tradicionalismo de la poesía anterior.
-Son fundamentales las figuras de Bécquer y Rosalía, puente a la modernidad. Su poesía intimista marcará a los mejores modernistas españoles (se ha hablado de un "Modernismo intimista", denominación que acogería a A.Machado y a Juan Ramón).

RUBEN DARIO(MODERNISTA)

Métrica modernista.

Métrica modernista.

La métrica modernista está marcada por la experimentación y la renovación. Sus rasgos principales son:
-Uso de los versos alejandrinos (14), dodecasílabos (12), y eneasílabos (9), escasos en la tradición poética anterior.
-Introducción de novedades en las estrofas clásicas:
+Sonetos en alejandrinos, con serventesios en vez de cuartetos.
+Sonetillos (sonetos de arte menor).
+Abundante uso de la silva, en la que, además de los clásicos endecasílabos y heptasílabos, se añaden pentasílabos (5) y eneasílabos. También se escriben silvas octosílabas.
+Romances de 7, 9, 11 sílabas por verso.
+Uso de los endecasílabos dactílicos, con acentos principales en las sílabas 4ª, 7ª y 10ª.
+Uso generalizado del alejandrino en todo tipo de estrofas.
+Aparición del versolibrismo es las últimas etapas del Modernismo, por influjo de W.Whitman.
+Intentos de crear una poesía basada en pies métricos, al estilo de la latina ("Salutación del optimista", de Rubén, escrita en hexámetros).

Modernismo Simbolista.

Modernismo Simbolista.

Parte del Simbolismo francés: Baudelaire, Rimbaud, Mallarmé, Verlaine. Lo esencial es la sugerencia (de ahí la importancia que dan a la música), el poder evocador de las palabras. El didactismo debe quedar desterrado (Poe hablaba de la "herejía del didactismo"). El Modernismo Simbolista, si bien deja notar la influencia de todas las características señaladas para la línea parnasiana, toma otras vertientes distintas: su "evasión" no se produce hacia mundos lejanos, sino hacia el mundo interior del poeta. Los autores españoles leen antes que Rubén Darío a Verlaine. Ello explica que el Modernismo español sea más Simbolista que el hispanoamericano. Machado, por ejemplo, aprendió de Rubén Darío la musicalidad, pero la interiorización la aprendió en Unamuno y, con anterioridad, en Bécquer y Rosalía (R.Gullón). Y esto resultó mucho más influyente, ya que por este camino se llega al Simbolismo (notemos que el Modernismo simbolista está muy próximo a la Generación del 98, frente al Modernismo Canónico, que se aparta bastante). El Modernismo Simbolista va dejando de ser, poco a poco, Modernismo, iniciando una búsqueda de nuevos caminos, de salidas poéticamente válidas (A.Machado, Juan Ramón). Después de la interiorización el poeta vuelve sus ojos al mundo exterior. Se descubre el paisaje, que se entiende como símbolo de la Historia o del poeta. Cuando A.Machado nos hable del campo castellano, nos estará hablando o de sí mismo o de la Historia. Este paisaje tendrá un valor de símbolo (R.Senabre). el modernsimo y el simbolismo

Modernismo Canónico (parnasiano)

Modernismo Canónico (parnasiano).

Movimiento surgido a raíz del Parnaso Contemporáneo francés (Parnasianismo), liderado por Leconte de Lisle. Nace cuando un grupo de poetas franceses se unen en 1866 para imponer en el arte un sentido de disciplina, equilibrio y objetividad. Temas más importantes:
-El escapismo: evasión del mundo real por medio del ensueño. Evasión que se nutre con una elegancia exquisita, y que se produce bien huyendo en el espacio (a Oriente) bien en el tiempo (al mundo medieval). Se da también un gusto por la mitología clásica. Todo ello como fruto de la idea de que el arte (imaginación, magia) supera a la vida (vulgar y despreciable) y que ésta debe imitarlo. Se busca una ética -forma de vida, principios- basados en una estética.
Dioses, ninfas, centauros, caballeros, pierrots, odaliscas, pagodas y viejos castillos, salones versallescos, jardines perfumados; cisnes, elefantes y camellos; flores de lis o de loto; brillo de perlas y de marfiles, de piedras preciosas... son los elementos de este mundo modernista.
-El cosmopolitismo. Es un aspecto más del deseo de evasión. Además, aporta a los modernistas un sentido aristocrático. París será la capital del Modernismo.
-La desazón romántica: se exaltan las pasiones y lo irracional; el misterio, lo fantástico, el sueño. Manifestaciones de tedio y de profunda tristeza. La melancolía es un elemento central. Presencia de lo otoñal, lo crepuscular, la noche (aquí se alejan del Parnaso francés).
-Amor y erotismo. Aparecen poemas de amor delicado y, frente a ellos, otros de intenso erotismo: los primeros, de amor imposible, los segundos, de desenfreno, motivados por una actitud antisocial y amoral (búsqueda del escándalo).
-Temas americanos. No va en contra del cosmopolitismo: se trata de una evasión más hacia el pasado legendario, hacia los mitos indígenas. En Hispanoamérica esta línea será básica (siempre están muy preocupados por su propia identidad).
-Lo hispánico. Este tema se acentúa (sobre todo en Hispano-América) al advertir el auge de los Estados Unidos. Se reivindica lo español frente a los valores culturales de la civilización "yanqui".
En conclusión, se ansía un mundo armónico, pleno y rodeado de perfección. Esos deseos son también la base de la Estética modernista:
-Búsqueda de los valores sensoriales, para que todo sea un goce para los sentidos
-Prodigioso manejo del idioma. Se enriquece poderosamente el lenguaje poético. La palabra adquiere una importancia vital. Se cuida el sonido, el ritmo, la referencia histórica o cultural, los valores simbólicos. Se intenta renovar el significado de las palabras usuales, crear un léxico propio de la poesía.
-Enorme renovación en el campo de la métrica.

Principales tendencias del Modernismo.

Las tendencias que influyen en la génesis del Modernismo son muy variadas. Especialmente relevantes son los movimientos estéticos franceses. Hay un deseo evidente en los escritores de habla hispana de crear un lenguaje nuevo ("anti-español", según Jean Franco; quizás, sencillamente, anti-burgués). Otros movimientos influyen: la poesía de los estadounidenses Whitman y Poe; el Prerrafaelismo británico, el decadentismo de D'Anunzio... Sin olvidar las fuentes hispánicas: Berceo, Manrique, los Cancioneros... Juan Ramón definió al Modernismo como un movimiento "envolvente", que va acumulando elementos de diversa procedencia y los hace suyos. E.Rull afirma que "el Modernismo no rechazó nada como no fuera la vulgaridad, el prosaísmo, la rutina y el conformismo estético y adocenado

EL MODERNISMO

El Modernismo.

El siglo XX comienza en el momento de máximo esplendor de la estética modernista. Iniciado plenamente por Rubén Darío en 1888 con la publicación de Azul, el Modernismo supone una integración de diversas tendencias que se habían desarrollado a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX, en especial del Simbolismo y del Parnasianismo.
El Modernismo fue, entre otras cosas, una resurrección de la angustia que caracterizó a la literatura europea romántica, que por un momento parecía haber desaparecido con la fe del XIX en el racionalismo cientifista. Demostrada la inoperancia de la razón (Schopenhauer, Kant... ) se recupera ese malestar. Y se sueña, en la nueva poesía, con los momentos felices pasados, donde aún existían seguridades: la niñez lejana, los paraísos perdidos, los jardines cerrados y ordenados; añoranzas de un mundo que se fue.
El Modernismo acoge influencias de diversos movimientos. En realidad "el Modernismo no rechazó nada como no fuera la vulgaridad, el prosaísmo, la rutina y el conformismo estético y adocenado" (E.Rull). Con antecedentes tan diversos (Parnaso, Simbolismo, Poe, decadentismo, prerrafaelismo...), es fácil entender que existieran tendencias diferenciadas, fundamentalmente dos: En América (y algunos españoles: M.Machado, Marquina, Villaespesa...) tomó un sesgo fundamentalmente esteticista; se escribe una poesía cromática, brillante, sensual. En España se toma una segunda línea, más sobria y sencilla, que arraigó en los hombres preocupados por el la decadencia nacional: es la vertiente conocida como "Generación del 98", que no deja de ser una línea del Modernismo.
El Modernismo fue conscientemente cosmopolita. Sus cultivadores, sorprendidos, comprendieron que estaban participando en una evolución de la sensibilidad que no se limitaba a España, ni siquiera a Europa. El centro era, indiscutiblemente, París. Los poetas españoles se inspiraron directamente en Francia (Verlaine), salvo en los aspectos formales, en los que Darío fue el maestro.

Modernismo y 98 como fenómeno histórico, social y estético. El Modernismo y Rubén Darío

Ramiro de Maeztu


Puede ser considerado un autor menor dentro de la Generación del 98, ya que el alcance de su obra no es comparable a autores como Unamuno o Baroja. Ramiro de Maeztu, nacido en Vitoria, destacó fundamentalmente por sus ensayos, acertados y críticos con la situación del momento, además de representativos de la ideología de su Generación. En Hacia otra España (1899) analiza la decadencia en la que se hallaba sumida España, intentando aportar soluciones. Ideológicamente evolucionó hacia el antirrepublicanismo, y escribió Defensa de la hispanidad (1934), centrándose en los logros del Imperio Español y en su valor integrador. Interpretó acertadamente los tres personajes más importantes de nuestra literatura en Don Quijote, don Juan y la Celestina (1926). En 1936 fue condenado a muerte.

Ángel Ganivet


Considerado por unos como precursor de la Generación y por otros como miembro de pleno derecho de la misma, Ángel Ganivet se nos presenta como una figura fundamental para entender las preocupaciones de estos intelectuales de principios de siglo. Su vida fue igual de trágica que la marcha del país. Cursó estudios de Filosofía y Letras y Derecho y, en 1892, ingresó en el cuerpo consular. Fue embajador en Amberes, Helsinki y Riga, ciudad en la que se suicidó lanzándose a las aguas heladas del río Dvina. Fue amigo de Unamuno, amistad de la que surgió su Epistolario (publicado en 1904), obra complementaria de El porvenir de España, en la que se integran la mayor parte de las cartas cruzadas con Unamuno. Ocasionalmente enviaba colaboraciones periodísticas a El defensor de Granada, con las cuales se formaron dos volúmenes: Granada la bella (1896) y Cartas finlandesas (1899). Su obra principal fue publicada en 1897, titulada Idearium español, en la cual analiza la historia de España, sus males y errores y la situación contemporánea en comparación con Europa. Cree en la necesidad de una renovación espiritual inmediata como punto de partida. Dos novelas destacamos de la producción de Ganivet: La conquista del reino Maya por el último conquistador Pío Cid (1897) y su continuación Los trabajos del infatigable creador Pío Cid, del mismo año.

Ganivet puede ser considerado un puente directo entre el Regeneracionismo y los autores del 98, ya que sus inquietudes políticas y sus preocupaciones nacionales entroncan con las de los autores de la Generación que nos ocupa.

ANTONIO MACHADO


  • Antonio Machado

Nació en Sevilla en 1875; pero siendo aún muy pequeño se trasladó a Madrid con su familia. Fue profesor de Francés en los institutos de Soria, Baeza, Segovia y Madrid. Cuando vivía en Soria, se casó con Leonor Izquierdo. Consiguió un beca para ampliar sus estudios en París, pero tuvo que regresar a causa de la enfermedad de su esposa. Su muerte causó en el poeta un gran dolor que marcó toda su vida. Al estallar la guerra civil española, su espíritu liberal y republicano hicieron que apoyara la causa del pueblo con su verso y con su ejemplo. En los últimos días de la guerra, como tantos otros, marchó a un pequeño pueblo de Francia llamado Collioure, donde murió en 1939.

La poesía de Antonio Machado gira en trono a tres temas principales: la intimidad del poeta, el paisaje o mundo exterior a él y su amor por Leonor, muerta al poco de casarse.

  • Su mundo interior está hecho de recuerdos, añoranzas, ensueños (mundos imaginarios creados por el deseo y la soledad); y por el sentimiento del paso del tiempo.
  • El paisaje es Castilla y es Andalucía, porque vivió en ambos lugares; son las gentes castellanas, su historia pasada y su vida presente. También es la realidad nacional vista con sentido crítico.
  • El amor de su mujer hace que salga por algún tiempo de su soledad y ensimismamiento. Pero vuelve a ellos cuando Leonor muere.

Entre sus obras en verso y con características modernistas escribió Soledades, Soledades, galerías y otros poemas. Con marcada influencia del 98 elaboró Campos de Castilla.

También escribió teatro: La Lola se va a los puertos; y prosa: Juan de Mairena, Abel Martín.






RAMON MARIA DEL VALLE-INCLAN


  • Ramón María del Valle-Inclán

Nació en Villanueva de Arosa (Pontevedra) en 1866 y murió en Santiago de Compostela en 1935. Después de una accidentada estancia en México, paso la mayor parte de su vida en Madrid; aunque siempre estuvo vinculado a su tierra gallega. Fue conocido tanto por el valor de su obra literaria como por su extraña figura: largas melenas y barbas, vestidos estrafalarios y gestos desmesurados de gran señor. Perdió su brazo izquierdo en una pelea. Dirigió en Roma la Academia Española de Bellas Artes.

Aunque estudiamos a Valle-Inclán dentro de la Generación del 98, no mostró ningún interés por muchos de los problemas ideológicos que preocuparon a los hombres de su generación. Sus preocupaciones son fundamentalmente estéticas.

Cultivó todos los géneros literarios, pero destacó en la novela y en el teatro. Demostró el magnífico dominio que poseía sobre los recursos expresivos del idioma. Su estilo está marcado por dos etapas bien diferenciadas. Las obras de la primera están escritas en una prosa refinada y exquisita, llena de musicalidad y de sensaciones de color. La segunda se caracteriza por una visión pesimista de la realidad, que se expresa a través de un lenguaje desgarrado y de un humor deformante. Crea los esperpentos: obras en las que deformaba sistemáticamente la realidad mediante la creación de personajes grotescos que se mueven en ambientes raros y sorprendentes.

  • Sus obras de la primera etapa:

- Novelas: Las cuatro Sonatas, Los cruzados de la causa, El resplandor de la hoguera, Gerifaltes de antaño.
- Teatro: Águila de blasón, Romance de lobos.
- Poesía: El pasajero.

  • A la segunda etapa pertenecen:

- Novelas: Tirano Banderas.
- Teatro: Luces de bohemia.
- Poesía: La pipa de Kif.

Los cruzados de la causa (Valle-Inclán)
Esta novela histórica tiene como tema las guerras carlistas. El autor sitúa la acción en su Galicia natal, lo que permite que pueda recrear de forma artística el paisaje de su tierra, que tanto amó. Esta novela pertenece a su primera época, en la que, influenciado por el Modernismo, no se propone ser fiel a los acontecimientos históricos, sino crear un mundo de belleza.

En el fragmento puedes apreciar tres partes: La primera y la última nos sitúan en el ambiente y lugar de los hechos. La parte central dialogada, nos comunica los acontecimientos. En el texto hay un ambiente de misterio dentro de una sensación de belleza lograda a partir del vocabulario, la sonoridad de las palabras y el ritmo lento y pausado de las frases.

COMENTARIOS DE LAS MUJERES SOBRE LA GUERRA

Caballeros en mulas y a un buen paso de andadura, iban dos hombres por aquel camino viejo que, atravesando el monte, remataba en Viana del Prior. A tiempo de anochecer entraban en la villa espoleando. Las mujerucas que salían del rosario, viéndoles cruzar el cementerio con tal prisa, los atisbaron curiosas sin poder reconocerlos, por ir encapuchados los jinetes con las corazas de juncos que usa la gente vaquera en el tiempo de lluvias por toda aquella tierra antigua. Pasaron los jinetes con hueco estrépito sobre las sepulturas del atrio, y las mujerucas quedáronse murmurando apretujadas bajo el porche, ya negro a pesar del farol que alumbraba el nicho de un santo de piedra. Voces de viejas murmuraban bajo el misterio de los manteos:

-¡Son las caballerías del palacio!

-Esperaban, días hace, al señor mi Marqués. Viene para levantar una guerra por el Rey Don Carlos.

-¡Y el sacristán de las monjas espareció!

-Bajo el Crucero de la Barca dicen que hay soterrados cientos de fusiles.

-El sacristán no se fue solo, que con él se partieron cuatro mozos de la aldea de Bealo. A todos los andan persiguiendo.

-No quedará quien labre las tierras. Aquellos mozos que no van a la guerra por la su fe, luego se van por la fuerza a servir en los batallones del otro Rey.

-¡Nunca tal se vio como agora! ¡Dos reyes en las Españas!

-¡Como en tiempos de moros!

-Bárbara la Roja, que tiene al marido contrabandista, va diciendo por ahí que el sacristán dejóse ver con una partida en la raya de Portugal.

-¡Santo fuerte, si lo cogen lo afusilan!

-¡Afusilado murió su padre!

-¡No hay plaga más temerosa que la guerra que se hacen los reyes!

-¡Las Españas son grandes y podían hacer partición de buena conformidad!

-Son reyes de distinta ley. Uno bueno cristiano, que anda en la campaña y se sienta a comer el pan con sus soldados. El otro, como moro, con más de cien mujeres, nunca pone el pie fuera de su gran palacio de la Castilla.

Amenguaba la lluvia, y las viejas dejaron el abrigo del porche, encorvadas bajo los manteos, chocleando los zuecos. Se dispersaron, y algunas pudieron ver que estaban iluminadas las grandes salas del Palacio de Bradomín. El Marqués acababa de descabalgar ante la puerta que aún conservaba, partidas en dos pedazos, las cadenas del derecho de asilo. El caballero legitimista venía enfermo, a convalecerse en aquel retiro de una herida alcanzada en la guerra.

PIO BAROJA


  • Pío Baroja

Nació en San Sebastián en 1872; murió en Madrid en 1956. Fue médico pero abandonó su carrera para dedicarse a la literatura. Viajó mucho; sin embargo, su vida fue bastante tranquila. Baroja fue un hombre solitario, independiente y profundamente sincero. Su visión de la realidad española es amarga y pesimista, lo cual se refleja en sus obras, pero también se plasma su espíritu sensible lleno de humor y, a veces, de ternura. Critica claramente los vicios que aquejan a los españoles con una marcada intención reformista.

Todas las obras de Baroja pertenecen al género narrativo: novelas, cuentos y narraciones cortas. Su estilo es vigoroso, dinámico y expresivo. Irrespetuoso con las reglas gramaticales, no busca la corrección sintáctica y léxica, sino la sencillez y la expresividad. Sus personajes suelen ser rebeldes, arrojados e intrépidos en contraste con su falta total de fe en el mundo y en la acción.

Escribió sesenta y seis novelas además de otras narraciones. Entre ellas destacan: La busca, Mala hierba, Aurora roja, La casa de Aizgorri, El mayorazgo de Labraz, Zalacaín el aventurero, Camino de perfección.

Las inquietudes de Shanti Andía (Pío Baroja)

NUESTRA GRAN AVENTURA

Cuando vi que el Stella Maris quedaba abandonado, se me ocurrió el proyecto de ir hasta él y reconocerlo. Tenía la ilusión de que, por una casualidad, pudiese quedar a flote. Al exponer mi plan a Zelayeta y Recalde les produjo a los dos un entusiasmo asombroso.

Decidimos esperar a que cesaran las lluvias; tuvimos que aguardar todo el invierno. Las fantasías que edificamos sobre el Stella Maris no tenían fin: lo pondríamos a flote, llevaríamos a bordo el cañón enterrado en la cueva próxima al río, y nos alejaríamos de Lúzaro disparando cañonazos.

Un día de marzo, sábado por la tarde, de buen tiempo, fijamos para el domingo siguiente nuestra expedición.

Yo advertí por la noche a mi madre que íbamos los amigos a Elguea, y que no volveríamos hasta la noche.

El domingo al amanecer, me levanté de la cama, me vestí y me dirigí de prisa hacia el pueblo. Recalde y Zelayeta me esperaban en el muelle. Zelayeta dijo que quizá fuera mejor dejar la expedición para otro día, porque el cielo estaba oscuro y la mar algo picada; pero Recalde afirmó que aclararía.

Ya decididos, compramos queso, pan y una botella de vino en el Guezurrechape del muelle; bajamos al rincón de Cay Erdi donde guardaba sus lanchas Shacu; desatamos el Cachalote y nos lanzamos al mar. Llevábamos un ancla pequeña de cuatro uñas, atada a una cuerda, y un achicador consistente en una pala de madera para sacar agua.

El viento soplaba con fuerza, en ráfagas violentas; las olas batían las rocas del Izarra produciendo un estruendo espantoso y llenándolas de espuma.

Pasamos por delante de Frayburu, la peña grande, negra, la hermana mayor de las rocas del Izarra, que desde el mar parece un torreón en ruinas.

Comenzábamos a acercarnos al Stella Maris. El aspecto de la goleta con los mástiles rotos, tumbada sobre una banda como un animal herido en el corazón, era triste, lastimoso.

El mar chocaba contra las peñas y sobre el costado del barco, produciendo un ruido violento como el de un trueno; las gaviotas comenzaban a revolotear en derredor nuestro, lanzando gritos salvajes.

Estábamos emocionados; Zelayeta y yo creo que hubiéramos vuelto a Lúzaro con mucho gusto, pero nada dijimos. Recalde no era de los que retroceden. Las dificultades y el peligro le excitaban. Proponiéndole volver no le hubiéramos convencido, y, tácitamente, los dos más reacios nos decidimos a obedecerle. Terco, pero sin arrebatos, Joshe Mari era hábil y marino de instinto.

Sabía que había un canalizo estrecho, de cuatro o cinco brazas, entre los arrecifes, y quería penetrar por él para acercarse a la goleta. Muchas veces enfilamos la entrada del canal; pero al ir a tomarlo nos desviábamos.

Recalde nos mandaba aguantar en sentido contrario para detenernos.

-¡Ciad! ¡Ciad! -gritaba.

Y nosotros metíamos las palas de los remos en el agua, resistiendo todo lo posible.

Hubo un instante en que no pudimos contrastar el impulso de una ola, y entramos en el canalizo rasando las rocas, envueltos en nubes de espuma, expuestos a hacernos pedazos.

Alrededor, cerca de nosotros, todo el mar estaba blanco; en cambio, por contraste, más lejos parecía completamente negro.

La olas saltaban sobre las peñas con tal fuerza que, al caer la espuma en copos blancos como nieve líquida, nos calaba la ropa.

A medida que avanzábamos en el canal, el mar iba quedando más tranquilo; el agua verdosa, casi inmóvil se cubría de meandros de plata.

Cuando nos vimos en seguridad nos miramos satisfechos. Zelayeta se puso a proa con el bichero y Recalde y yo, unas veces remando y otras empujando contra las rocas, avanzamos despacio. De pronto, Zelayeta gritó, mientras apretaba con el bichero:

-¡Eh! Parad.
-¿Qué pasa?
-Hay que pararse. Perdemos fondo.

El bote iba rasando la roca. Nos detuvimos. Estábamos a veinte pasos del barco. Yo vi que de la popa colgaba una braza de cuerda; salté de peña en peña y comencé a escalar el Stella Maris a pulso.

Al asomarme por la borda, una bandada de pájaros y de gaviotas levantó el vuelo, y tal impresión me hicieron que por poco me caigo al mar.

Algunas de aquellas furiosas aves me atacaban a picotazos y revoloteaban alrededor de mí lanzando gritos agudos. Con un trozo de amarra pude defenderme y hacerlas huir.

-¿Qué pasa? -gritó Recalde.
-Nada -dije yo-. Son pájaros. Se puede subir.
-Echa esa cuerda.

Les eché una cuerda, que ataron al Cachalote, y luego, saltando como yo, de una piedra a otra, subieron al barco.

AZORIN


Se llamaba José Martínez Ruiz. Nació en Monóvar (Alicante) en 1873 y vivió en Madrid dedicándose al periodismo y a la literatura. Pasada su juventud vivió una vida tranquila sin hechos destacables y murió en 1967.

Sintió profundamente los problemas de España y centró su atención en Castilla: sus pueblos, sus hombres, su paisaje y su pasado histórico y literario.

Su estilo es muy personal, llamando poderosamente la atención su arte descriptivo. Es capaz de percibir los más mínimos e insólitos detalles de la realidad. Se vale de una técnica impresionista muy cercana a la utilizada por la pintura o por el cine, que consiste en seleccionar unos cuantos detalles significativos de lo que quiere describir para darnos, a través de ellos, la esencia íntima de la realidad descrita.

Su prosa, de estilo inconfundible, se caracteriza por una elegante, primorosa y elaborada sencillez. La sintaxis es simple: frases cortas, normalmente coordinadas o yuxtapuestas. El léxico, por el contrario, tiene gran riqueza y precisión.

  • Novelas: La voluntad, Antonio Azorín, Las confesiones de un pequeño filósofo.
  • Ensayos: Al margen de los clásicos, La ruta de Don Quijote.
  • Libros de paisajes: Los pueblos, Castilla.
  • Teatro: Old Spain, Lo invisible.
Castilla (Azorín)
Este texto pertenece a uno de sus libros de ensayos: Castilla, en el que como dice el propio Azorín "pretende aprisionar una partícula del espíritu de Castilla".

En el fragmento nos describe, con frases muy breves, la sequedad y decrepitud de esta vieja y sufrida región. La lejanía del mar aparece casi en cada frase acentuando, por contraste, la sequedad castellana

SEQUEDAD Y DECREPITUD DE CASTILLA

No puede ver el mar la solitaria y melancólica Castilla. Está muy lejos el mar de estas campiñas llanas, rasas, yermas, polvorientas; de estos barrancales pedregosos; de estos terrazgos rojizos, en que los aluviones torrenciales han abierto hondas mellas; mansos alcores y terreros, desde donde se divisa un caminito que va en zigzag hasta un riachuelo. Las auras marinas no llegan hasta esos poblados pardos de casuchas deleznables, que tienen un bosquecillo de chopos junto al ejido. Desde la ventana de este sobrado, en lo alto de la casa, no se ve la extensión azul y vagarosa; se columbra allá en una colina con los cipreses rígidos, negros, a los lados, que destacan sobre el cielo límpido. A esta olmeda que se abre a la salida de la vieja ciudad no llega el rumor rítmico y ronco del oleaje; llega en el silencio de la mañana, en la paz azul del mediodía, el cacareo metálico, largo, de un gallo, el golpear sobre el yunque de una herrería. Estos labriegos secos, de faces polvorientas, cetrinas, no contemplan el mar; ven la llanada de las mieses, miran sin verla la largura monótona de los surcos en los bancales. Estas viejecitas de luto, con sus manos pajizas, sarmentosas, no encienden cuando llega el crepúsculo una luz ante la imagen de una Virgen que vela por los que salen en las barcas; van por las callejas pinas y tortuosas a las novenas, miran al cielo en los días borrascosos y piden, juntando sus manos, no que se aplaquen las olas, sino que las nubes no despidan granizos asoladores.

REPRESENTANTES PRINCIPALES



  • Miguel de Unamuno y Jugo

Nació en Bilbao en 1864. Estudió Filosofía y Letras en Madrid y fue catedrático de griego en la Universidad de Salamanca donde ejerció muchos años como rector. A causa de su oposición a la Dictadura de Primo de Rivera, fue desterrado a la isla de Fuerteventura. Regresó en 1930 a Salamanca donde murió el 31 de diciembre de 1936.

Unamuno es el escritor más representativo del 98 y todos sus compañeros de Generación admiraron y respetaron su formidable y contradictoria personalidad, la profundidad de su pensamiento y su estilo apasionado.

Toda su obra está llena de preocupación y problemática filosófica; pero sin perder su valor literario. El autor siente una gran angustia ante la muerte y un deseo de vida eterna que permita al hombre seguir existiendo. El problema religioso y la búsqueda angustiada de Dios son un tema constante en su vida y en su obra.

Su estilo no tiene un claro propósito artístico; es seco, robusto y no siempre elegante, pero extraordinariamente exacto e incitante. Le interesa expresar su mundo interior y convencer a los lectores, por ese orden. De ahí que su tono sea apasionado y que sus razonamientos no estén ordenados, sino en un continuo movimiento de vaivén. Su vehemencia hace que utilice cadenas de sinónimos como si con una sola palabra no bastara para expresar todo su complejo y rico mundo interior.

Su producción literaria es muy extensa, utilizando todos los géneros literarios:

  • La novela es el género que utiliza para expresar sus propios problemas personales como la sed de inmortalidad, el sentido trágico de la vida y la lucha entre la razón y la fe. Destacan: La tía Tula, Abel Sánchez, San Manuel Bueno, mártir, Niebla.
  • En poesía deja ver su honda preocupación religiosa. El Cristo de Velázquez, Teresa, Cancionero.
  • Ensayos y artículos en los que Unamuno expone sus preocupaciones patrióticas y el futuro del hombre más allá de la muerte. Vida de Don Quijote y Sancho, Del sentimiento trágico de la vida, La agonía del cristianismo.
  • Cuentos, como los recogidos en el libro El espejo de la muerte.
  • Dramas. Soledad, Raquel, El otro.
Vida de Don Quijote y Sancho (Miguel de Unamuno)
Puedes leer un pequeño fragmento de la introducción de la Vida de Don Quijote y Sancho, un largo ensayo en el que el autor comenta pasajes de la novela tan importante de Cervantes e interpreta a sus dos protagonistas como símbolos del alma española.

EL SEPULCRO DE DON QUIJOTE

Me preguntas, mi buen amigo, si sé la manera de desencadenar un delirio, un vértigo, una locura cualquiera sobre estas pobres muchedumbres ordenadas y tranquilas que nacen, comen, duermen, se reproducen y mueren.

... Esto es una miseria, una completa miseria. A nadie le importa nada de nada. Y cuando alguno trata de agitar aisladamente este o aquel problema, una u otra cuestión, se lo atribuyen o a negocio o a afán de notoriedad y ansia de singularizarse.

No se comprende aquí ya ni la locura. Hasta al loco creen y dicen que lo será por tenerle su cuenta y razón. Lo de la razón de la sinrazón es ya un hecho para todos esos miserables. Si nuestro Señor Don Quijote resucitara y volviese a esta su España, andarían buscándole una segunda intención a sus nobles desvaríos. Si uno denuncia un abuso, persigue la injusticia, fustiga la ramplonería, se preguntan los esclavos: ¿Qué irá buscando en eso? ¿A qué aspira? Unas veces creen y dicen que lo hace para que le tapen la boca con oro; otras que es por ruines sentimientos y bajas pasiones de vengativo o envidioso; otras que lo hacen no más sino por meter ruido y que de él se hable, por vanagloria; otras que lo hace por divertirse y pasar el tiempo, por deporte. ¡Lástima grande que a tan pocos les dé por deportes semejantes!

Fíjate y observa. Ante un acto cualquiera de generosidad, de heroísmo, de locura, a todos estos estúpidos bachilleres, curas y barberos de hoy no se les ocurre sino preguntarse: ¿Por qué lo hará? Y en cuanto creen haber descubierto la razón del acto -sea o no la que ellos suponen- se dicen: ¡Bah!, lo ha hecho por esto o por lo otro. En cuanto una cosa tiene razón de ser y ellos la conocen, perdió todo su valor la cosa. Para eso les sirve la lógica, la cochina lógica.

Comprender es perdonar, se ha dicho. Y esos miserables necesitan comprender para perdonar el que se les humille, el que con hechos o palabras se les eche en cara su miseria, sin hablarles de ella.

Han llegado a preguntarse estúpidamente para qué hizo Dios, el mundo, y se han contestado a sí mismos: ¡para su gloria!, y se han quedado tan orondos y satisfechos, como si los muy majaderos supieran qué es eso de la gloria de Dios.

GENERACION LITERARIA

Una generación literaria es un grupo de escritores que, nacidos en fechas cercanas y movidos por un acontecimiento de su época, se enfrentan a los mismos problemas y reaccionan de modo semejante ante ellos.

Generación literaria Generación del 98
- Un grupo de escritores. - Sus principales componentes son: Miguel de Unamuno, Valle-Inclán, Pío Baroja, Azorín y Antonio Machado.
- Nacidos en fechas cercanas. - Todos nacen entre 1864 y 1875.
- Movidos por un acontecimiento. - El acontecimiento histórico que los mueve es la decadencia española y el desastre de 1898.
- Se enfrentan a unos mismos problemas. - La imagen lamentable que presenta España, que ha caído en la apatía y el desinterés.
- Reacción semejante. - Analizan los males de España e intentan proponer soluciones.

"CONTEXTO HISTORICO"

Los años comprendidos entre 1875 y 1898 son de hastío creativo debido al proyecto de la Restauración de Cánovas. Cuando España pierde en 1898 las colonias la sociedad vuelve a poner el dedo en la llaga de la Revolución de la Gloriosa.

El grupo de comentaristas intelectuales del desastre del 98 gravitaban alrededor de los 50 años de edad y sus perspectivas profesionales habían alcanzado su cima (o estaban haciéndolo). Los más viejos se acercan a la edad de Galdós y los más jóvenes a la de Unamuno. Esto significa, en contraste con la generación del 98, que se habían formado espiritualmente en los tiempos de la Revolución de Septiembre.

Lo importante de considerarlos en conjunto es el hecho de que han vivido dos épocas emocional e intelectualmente distintas.

  1. La revolucionaria: efervescencia ideológica, afán de reforma y confianza en la virtud correctora de los programas políticos.
  2. La restauradora: atonía de los espíritus, el apocamiento con que se abordan ineludibles problemas, la sospecha que inspira toda idea de cambio y la creciente desconfianza en la política vigente.

Se trata pues de hombres doblemente engañados ya que vieron fracasar dos estructuras políticas de cariz contradictorio (Revolución y Restauración). De estos dos experimentos políticos los intelectuales del 98 sacaron una misma conclusión: la urgencia de buscar en zonas de pensamiento y actividad ajenas a la política los medios de rescatar a España de su progresiva catalepsia [muerte aparente].

La primera repulsa intelectual tuvo lugar en los albores de la Restauración. En 1876 Francisco Giner de los Ríos funda la Institución Libre de Enseñanza. Su tarea constituye el repudio indirecto de la enseñanza oficial, probadamente ineficaz e insuficiente en aquélla época, y sujeta a la agobiante tutela de los intereses políticos y religiosos.

Se planteó entonces el problema de la personalidad histórica de España (así como lo hiciesen en Francia poco antes tras la derrota de Sedán). Unamuno estudió el casticismo, Ricardo Macías Picavea la pérdida de la personalidad, Rafael Altamira la psicología del pueblo español, Joaquín Costa la personalidad histórica de España…

"CARACTERISTICAS"

Los autores de la generación mantuvieron, al menos al principio, una estrecha amistad y se opusieron a la España de la Restauración; Pedro Salinas ha analizado hasta qué punto pueden considerarse verdaderamente una generación historiográficamente hablando. Lo indiscutible es que comparten una serie de puntos en común:

  • 1. Distinguieron entre una España real miserable y otra España oficial falsa y aparente. Su preocupación por la identidad de lo español está en el origen del llamado debate sobre el Ser de España, que continuó en las siguientes generaciones.
  • 2. Sienten un gran interés y amor por la Castilla miserable de los pueblos abandonados y polvorientos; revalorizan su paisaje y sus tradiciones, su lenguaje castizo y espontáneo. Recorren las dos mesetas escribiendo libros de viajes y resucitan y estudian los mitos literarios españoles y el Romancero.
  • 3. Rompen y renuevan los moldes clásicos de los géneros literarios, creando nuevas formas en todos ellos. En la narrativa, la nivola unamuniana, la novela impresionista y lírica de Azorín, que experimenta con el espacio y el tiempo y hace vivir al mismo personaje en varias épocas; la novela abierta y disgregada de Baroja, influida por el folletín, o la novela casi teatral de Valle-Inclán. En el teatro, el esperpento y el expresionismo de Valle-Inclán o los dramas filosóficos de Unamuno.
  • 4. Rechazan la estética del Realismo y su estilo de frase amplia, de elaboración retórica y de carácter menudo y detallista, prefiriendo un lenguaje más cercano a la lengua de la calle, de sintaxis más corta y carácter impresionista; recuperaron las palabras tradicionales y castizas campesinas.
  • 5. Intentaron aclimatar en España las corrientes filosóficas del Irracionalismo europeo, en particular de Friedrich Nietzsche (Azorín, Maeztu, Baroja, Unamuno), Arthur Schopenhauer (especialmente en Baroja), Sören Kierkegaard (en Unamuno) y Henri Bergson (Antonio Machado).
  • 6. El pesimismo es la actitud más corriente entre ellos y la actitud crítica y descontentadiza les hace simpatizar con románticos como Mariano José de Larra, al que dedicaron un homenaje.
  • 7. Ideológicamente comparten las tesis del Regeneracionismo, en particular de Joaquín Costa.

Por un lado, los intelectuales más modernos, secundados a veces por los propios autores criticados, sostenían que la generación del 98 se caracterizó por un aumento del egotismo, por un precoz y morboso sentimiento de frustración, por la exageración neorromántica de lo individual y por su imitación servil de las modas europeas del momento.

Por otra parte, para los escritores de la izquierda revolucionaria de los años treinta, la interpretación negativa de la rebeldía noventayochesca se une a una fundamentación ideológica: el espíritu finisecular de protesta responde al sarampión juvenil de un sector de la pequeña burguesía intelectual, condenado a refluir en una actitud espiritualista y equívoca, nacionalista y antiprogresiva. Ramón J. Sender mantenía todavía en 1971 la misma tesis (aunque con supuestos diferentes).

Los problemas a la hora de definir a la generación del 98 siempre han sido (y son) numerosos ya que no se puede abarcar la totalidad de experiencias artísticas de una extensa trayectoria temporal. La realidad del momento era muy compleja y no permite entender la generación basándose en la vivencia común de unos mismos hechos históricos (ingrediente básico de un hecho generacional). Esto se debe a un triple motivo:

  1. La crisis política de finales del siglo XIX afectó a bastantes más escritores que los englobados en la generación del 98.
  2. No se puede restringir la experiencia histórica de los autores nacidos entre 1864 y 1875 (fechas de nacimiento de Unamuno y Machado) al resentimiento nacionalista producido por la pérdida de las colonias. Se afianzaba además por aquellos años en España una comunidad social y económica casi moderna.
  3. El auge del republicanismo y la pugna anticlerical (1900-1910), así como importantes huelgas, sindicalismo, movilizaciones obreras o atentados anarquistas.

Sin embargo cabe preguntarse, ¿cómo es que la generación del 98 no tomó nombre del Modernismo, ya que surgen paralelamente y persiguen metas parecidas


"NOMINA"

Entre los integrantes más significativos de este grupo podemos citar a Ángel Ganivet, Miguel de Unamuno proveniente del Casco Viejo en Bilbao,España, Enrique de Mesa, Ramiro de Maeztu, Azorín, Antonio Machado, los hermanos Pío y Ricardo Baroja, Ramón María del Valle-Inclán y el filólogo Ramón Menéndez Pidal. Algunos incluyen también a Vicente Blasco Ibáñez, que por su estética puede considerarse más bien un escritor del Naturalismo, y también al dramaturgo Jacinto Benavente. No debe incluirse a José Ortega y Gasset, que es considerado casi unánimemente como perteneciente al Novecentismo.

Artistas de otras disciplinas pueden también considerarse dentro de esta estética, como por ejemplo los pintores Ignacio Zuloaga y Ricardo Baroja, también escritor este último. Entre los músicos destacan Isaac Albéniz y Enrique Granados.

La mayoría de los textos escritos durante esta época literaria se produjeron en los años inmediatamente posteriores a 1910 y están siempre marcados por la autojustificación de los radicalismos y rebeldías juveniles (Machado en los últimos poemas incorporados a Campos de Castilla, Unamuno en sus artículos escritos durante la I Guerra Mundial o en la obra ensayística de Pío Baroja).

GENERACION NDEL 98

La Generación del 98 es el nombre con el que se ha agrupado tradicionalmente a un grupo de escritores, ensayistas y poetas españoles que se vieron profundamente afectados por la crisis moral, política y social acarreada en España por el desastre de la pérdida de Puerto Rico, Cuba y las Filipinas en 1898. Todos nacen entre 1864 y 1875.

Se inspiraron en la corriente de crítica del canovismo denominada regeneracionismo y ofrecieron una visión artística en conjunto en La generación del 98. Clásicos y modernos.

Estos autores comenzaron a escribir en una vena juvenil hipercrítica e izquierdista que más tarde se orientará a una concepción tradicional de lo viejo y lo nuevo. Pronto, sin embargo, siguió la polémica: Pío Baroja y Ramiro de Maeztu negaron la existencia de tal generación, y más tarde Pedro Salinas la afirmó, tras minucioso análisis, en sus cursos universitarios y en un breve artículo aparecido en Revista de Occidente (diciembre de 1935), siguiendo el concepto de "generación literaria" definido por Peterson; este artículo apareció luego en su Literatura española. Siglo XX, 1949.

José Ortega y Gasset distinguió dos generaciones en torno a las fechas de 1857 y 1872, una integrada por Ganivet y Unamuno y otra por los miembros más jóvenes. Su discípulo Julián Marías, utilizando el concepto de "generación histórica", y la fecha central de 1871, estableció que pertenecen a ella Miguel de Unamuno, Ángel Ganivet, Valle-Inclán, Jacinto Benavente, Carlos Arniches, Vicente Blasco Ibáñez, Gabriel y Galán, Manuel Gómez Moreno, Miguel Asín Palacios, Serafín Álvarez Quintero, Pío Baroja, Azorín, Joaquín Álvarez Quintero, Ramiro de Maeztu, Manuel Machado, Antonio Machado y Francisco Villaespesa.

La crítica al concepto de generación fue realizada inicialmente por Juan Ramón Jiménez en un curso dictado en los años 50 en la Universidad de Puerto Rico (Río Piedras), y luego por un importante grupo de críticos que va desde Federico de Onís, Ricardo Gullón, Allen W. Phillips, Yvan Shulman, y termina con las últimas aportaciones de José Carlos Mainer y Germán Gullón, entre otros. Todos ellos han puesto en duda la oposición del concepto de generación del 98 y de Modernismo.